GALISTEO

GALISTEO

GALISTEO. IGLESIA PARROQUIAL

MURALLAS DE GALISTEO

HISTORIA DE GALISTEO

SEÑORÍO DE GALISTEO

lunes, 24 de marzo de 2008

ESTUDIO SOBRE EL ORIGEN DE GALISTEO

(Versión de Ignacio Sánchez Redondo)

Para escribir algo sobre la historia de un pueblo, nada sería tan interesante como comenzar desde su origen, desde su fundación, desde sus primitivos pobladores, estuvieran o no organizados en tribus o grupos de distintas razas. Pero en esta materia y con referencia exclusiva a Galisteo, todo se hace a base de conjeturas. De algunos pueblos de la provincia de Cáceres, de gran raigambre histórica, se sabe poco más o menos su comienzo, tales como: Plasencia (Antigua Ambracia) fundada por Alfonso VIII al liberar la parte oriental de la comarca transerrana en el lugar que se llamó Ambroz, en cuyos párrafos fundacionales dice: "dispongo de la edificación de una ciudad, tan magnífica y perfecta, que resulte grata a los ojos de Dios y de los hombres"; Coria (Cauria), ciudad fundada por los vetones y preferida por los romanos, donde formaban las más valerosas legiones de su imperio, no siempre logrado por el carácter indómito, combativo e independiente de las tribus instaladas en la ribera del Árrago; Alcántara, famosa por su puente romano, construido por Cayo Julio Lácer en el año 106 de nuestra era, bajo la protección de Trajano y del que dijo El Edrisi "que era la maravilla del mundo"; Alconétar, romana, con su famoso puente llamado de Mantible y castillo denominado de Floripes; Mirabel, Granada (hoy Granadilla) etc., etc. Pero sobre Galisteo, objeto de este estudio, hay distintas versiones que, con relativa seguridad, afirman que los primitivos moradores de RUSTICIANA, al multiplicarse, como el sitio donde estaba emplazada no reunía condiciones de seguridad para defenderse, se congregaron estableciendo un "castro" o montículo donde actualmente está Galisteo. Pero se desconocen que nombre dieran a este campamento.

Que existió Rusticiana, está fuera de toda duda, pues al construir Publio Lucinio Craso, 95 años antes de la era cristiana la Vía Lata o Calzada Romana, llamada también Vía de la Plata o Camino de Guinea, que en opinión de algunos historiadores partía de Cesar Augusta (Zaragoza) hasta llegar a Emerita Augusta (Mérida), otros aseguran, y es más verosímil esta afirmación, ya que Publio Lucinio Craso era pretor romano en Lusitania, que arrancaba de Mérida, y en su trayecto hasta Vicus Coecilius (Baños de Montemayor) donde se bifurcaba y una rama seguía hasta Astúrica Augusta (Astorga) y la otra, buscando el Ebro, terminaba en Zaragoza, en su trayecto, repito, existían mansiones de extraordinaria importancia- según el itinerario de Antonino Augusto- tales como Ad Soroes (Casas de don Antonio); Castra Coecilia (junto a Cáceres); Ad Túrmulus (Alconétar); RUSTICIANA (en las proximidades de Galisteo); Caperra (Ventas de Cáparra) y los Vicus Coecilius (Baños de Montemayor). En estas estaciones se cambiaban los tiros de caballos para proseguir ininterrumpidamente la marcha.

RUSTICIANA, se encontraba situada en las estribaciones del cerro de las Brujas, a unos dos kilómetros de Galisteo, próximo al arroyo Zarzoso, y cerca también de una alamedilla denominada "Trampal", que existe aún en la finca de Larios, con una laguna de abundante agua y que en la actualidad se le conoce con el nombre de "El Pantano".

Fue visitada y pasaron por Rusticiana, además de por muchos reyes y caídes moros, por Fernando II, Alfonso IX, Fernando III, el Santo, Juan II y los Reyes Católicos en las jornadas gloriosas de las tomas de Cáceres, Coria, Córdoba, Sevilla y últimamente Granada.

De aquí, como antes se dice, se supone puede arrancar la agrupación, cuyo nombre se desconoce y que posteriormente se llamaría Galisteo, cabeza del señorío, que los constituyeron los pueblos de: Montehermoso, Pozuelo, Baños, Guijo de Galisteo, Aceituna, Riolobos, Holguera, Rinconada, Malpartida, Aldehuela y Carcaboso. Aumentando este señorío posteriormente por el III conde de Osorno y III duque de Galisteo, Don Garci Fernández Manrique de Lara y Toledo, con el Arquillo, Pasarón y Torremenga.

No cabe duda de que al estar comprendido dentro de la Vetonia (región que abarcaba las provincias de Salamanca, Ávila y Cáceres, parte de las de Valladolid, Segovia y Zamora, una porción de las de Toledo y Badajoz, y otra de Portugal) y dada la proximidad de Coria, ciudad fundada por éstos, es posible que los vetones debieron aprovechar la estratégica posición de la plaza, pero no hay constancia de ello, así como tampoco del nombre que le dieron los musulmanes que la ocuparon siglos después.

Los romanos cabe la posibilidad que estuvieran también, pero si así fue, debió ser con carácter transitorio, sin que se pueda afirmar nada en concreto. Algunos autores admiten, como hecho cierto, que la Medina Ghaliayah en la que descansó Almanzor, califa abasida, caudillo de los moros de España (939 a 1002) cuando se dirigía con sus victoriosos ejércitos a Galicia, donde resultó herido, muriendo a los pocos días en Medinaceli, esta Medina, repito, sita en la margen izquierda del río Jerte, se trataba de lo que hoy es Galisteo; pues existía el recinto fortificado con murallas, está claro, ya que la traza es árabe, ignorándose qué nombres dieran éstos a la fortaleza y que fracción de los invasores estuvo primeramente y construyó las murallas citadas y el alcázar, pues los primeros árabes, con gran número de beréberes que ocuparon la península en su casi totalidad en el año 711, aunque esta no aceptó el dominio musulmán hasta el año 714. Cabe la posibilidad de que fueran éstos o los almorávides, que vinieron posteriormente, quienes ocuparon por esos tiempos la fortaleza o la construyeran.

Desde principios de nuestra Era ya había judíos en España, y uno de los primeros asentamientos, aparte de los de las zonas tarraconense y Baleares, fue Mérida, donde hubo una colonia bastante numerosa, desarrollando múltiples actividades artesanales, comerciales y bancarias. Con motivo de la gran diáspora que tuvo lugar tras la destrucción de Jerusalén a manos del futuro emperador Tito, en el año 70 de nuestra era, ellas, como más principalmente las de Baruj, tejedor y bordador experto, de cuya descendencia hubo médicos afamados y buenos economistas. Se constituyeron en Aljamas ( del ár. Al Chamaha y del hebreo Canal) y éstas a su vez en "juderías", barrios separados de los cristianos y generalmente con una sola puerta de acceso en muchos casos, y cuya llave, posteriormente, era custodiada por el corregidor durante la noche, dando origen a las nuevas juderías no segregadas de la población.

Bajo el reinado de Sisebuto (621) éste obligó a los judíos a bautizarse, bajo pena de excomunión. El concilio de Toledo en el año 633, desautorizó la conducta de Sisebuto.

Alfonso X, muy posteriormente, instauró el cargo de "rab mayor", que estaba por encima de las aljamas, con autoridad sobre todos los judíos del reino. Sus funciones estaban relacionadas con el campo de la justicia y con el reparto de impuestos entre aljama y aljama.

Según José Luis Lacave, en el siglo XIV existían entre Cáceres y Badajoz 63 juderías, entre ellas la de Galisteo.

Al ser abundantes los caseríos judíos en esta región, probablemente éste sería uno de ellos, donde los árabes posteriormente construyeron el fuerte con sus murallas y alcázar.

Queda, pues, hasta el momento por dilucidar o aclarar con exactitud o aproximadamente quienes fueron los primeros en ocupar el montículo donde está ubicado el pueblo de Galisteo, aunque la conjetura más aceptable, aparte de la de los moradores de Rusticiana, pueda ser la que se cita anteriormente, o sea, que los árabes construyeran sobre el hipotético caserío judío las murallas, etc... y aceptasen la denominación dada por éstos al poblado, aunque al traducirla y utilizarla los árabes imprimieran alguna modificación complementaria, que desaparecería, quedando reducido al nombre por que ha sido siempre conocido: Galisteo.

El nombre parece ser topónimo variación dialectal de la voz "Galilea".

Durante la ocupación musulmana, al parecer servía de centro desde el cual se organizaban y llevaban a cabo incursiones guerreras o de saqueos contra otras regiones limítrofes, tan frecuentes en aquella época.

Castilla, en el siglo IX se constituyó en condado, y no cabe duda de que Galisteo, integrado en el conjunto, siguiera uno más, sin personalidad propia.

En el año 950 se declara la independencia del condado de Castilla, que a partir de entonces es nombrado en todos los documentos como estado soberano.

Siendo rey Bermudo III, Sancho el Mayor, de Navarra, ocupa en la frontera castellano-leonesa tierras que Bermudo considera suyas, entablándose una guerra entre ellos. Firmada la paz, Sancha, la hermana de Bermudo III, se casa con Fernando, hijo de Sancho el Mayor, recibiendo ambos esposos Castilla, ya con el título de reino, el año 1209. Así continuó Galisteo asumiendo todas las vicisitudes del reino, hasta el 4 de julio de 1268 en que, desmembrado del conjunto, es adjudicado por D. Alfonso X el Sabio a su hijo Fernando de la Cerda, como se explicará.

A la liberación por los cristianos de estas tierras, existía- según Mélida- en lo que se llamó Galisteo, un castillo, convertido luego en palacio. Este castillo es reconstrucción del alcázar árabe, como lo prueba un blasón o escudo con su media luna, grabado en piedra, que luce, aunque bastante deteriorado, sobre el escarzado de la entrada al recinto.

Esta torre, castillo o palacio, fue reconstruida por el III conde de Osorno y III duque de Galisteo D. Garci Fernández Manrique de Lara y Toledo, al mismo tiempo que por mandato de este conde se construyó el curioso campañil, o torre estraria de la villa de Pasarón de la Vera, con un remate octógono de idénticas características al de Galisteo.

A este castillo o palacio, durante siglos y en la actualidad se le conoce con el nombre de "la Picota".

El erudito D. Eugenio Escobar, arcediano de Coria y deán de Plasencia, se esfuerza en demostrar que la fundación de Galisteo es obra posterior a la liberación del territorio Circum Alagun, a poco de iniciarse la reconquista de ambas Transierras, fundamentando su creencia, en que no se nombra en ningún documento público Galisteo, hasta el 28 de marzo de 1217 en que el rey Alfonso X de León hace donación de Alcántara y su fortaleza a la orden de Calatrava, y al reseñar en el privilegio su término municipal, cita a Galisteo "Sicut villa ipsa dividit cum Portugal, cum Cauria, cum Galisteo, cum Alconetar et cum Sarracenis", además de otras muchas aldeas, lugares y villas enclavadas en dicha demarcación.

A primeros de enero de 1121, el obispo de Coria, D. Arnaldo y D. Rodrigo Pérez de Villalobos, reunidos en Galisteo, llevaron a efecto la división de límites entre Granada y Palomero, que el Rey les había ordenado.

En el Real Archivo de Tombo, de Lisboa, se conserva (Gaveta I, mazo 4, número 22), carta de donación hecha por el rey de Portugal al Monasterio de Manzanaria, en junio de 1221. En dicho documento al designar los límites del Concejo, dice: "Perillum locum obi pugnabimus eum illos de Galisteo, et fuit Martina Petra Salvatorio".

Sin embargo se asegura que ya existía Galisteo con sus murallas y su suntuoso alcázar, donde el rey leonés firmó en 1229 un convenio con los jerarcas de la Orden de Santiago, en virtud del cual donaba a éstos las villas de Castrotoraf y Villafáfila (v. Provincia de Zamora, pj. Villalpando) a cambio de la reconquistada capital cacereña, que pertenecía a dichos límites desde el año 1170, por haber contribuido eficazmente a la liberación del grupo sarraceno en la indicada fecha.

En ese mismo año, 1229, por un privilegio otorgado por Alfonso IX, fue nombrada Villa. Dicho privilegio dice así:

"Sabed que por facer merced al lugar de Galisteo y vecinos dél, queremos y es nuestra voluntad que dicho lugar de Galisteo, agora y de aquí en adelante sea Villa, en sí y sobre sí y que en él se use y exerza la jurisdicción civil y criminal, alta y baxa, mere mixto imperio, y se conozcan de todas las causas civiles y criminales, de cualquiera calidad y cantidad que sean, y tenga dicho lugar horca y cuchillo, cárcel y cepo, y todas las otras insignias de jurisdicción, y se llame, nombre e intitule y se pueda llamar e intiular Villa, y tenga y goce y use de todas las prerrogativas, privilegios y derechos que han y tienen, usan y gozan, y puedan usar y gozar las otras villas de estos Reinos, entera y cumplidamente, sin que le falte ni mengüe cosa alguna. Otro si: Ordenamos y queremos que en el otro lugar tenga un Alcalde Mayor, para que Nos y en nuestro nombre use y administre la jurisdicción en el otro lugar y sus términos, que en las causas criminales de cualquiera calidad que sean, tan solamente pueden y conozcan el dicho Alcalde Mayor."

El día 16 de enero de 1235, el Papa Gregorio IX confirma a la Orden de Alcántara "posesiones quas gabelis apud Galisteum".

El rey Fernando III, en Sevilla, el 8 de agosto de 1250, divide los términos entre Galisteo y Santa Cruz.

Resultando de tales citas y de los estudios verificados, que entre los años 1209 y 1217 fue cuando Galisteo adquirió nombre definitivamente.

Tuvo Galisteo representación en Cortes del Reino y prestigioso Arcediano en la catedral de Coria.

Liberada en 1227 por Alfonso IX Cáceres y todos los territorios pertenecientes a la diócesis cauriense, comienza una nueva existencia, con personalidad propia y definida para Galisteo y toda su comarca, que para a la Corona de León y Castilla. A partir de ahí, puede decirse que la trayectoria de Galisteo se puede dividir en tres etapas perfectamente diferenciadas, feudales todas:

1º. De los Infantes (turbulenta), de 1268 a 1249.

2º. De los Manrique de Lara (floreciente), de 1429 a 1722.

3º. De los duques del Arco, Montellano y Fenannúñez (decacente) de 1722 a 1880.

Extraído del libro "Galisteo Milenario (ayer y hoy)". Autor: Ignacio Sánchez Redondo. Salamanca 1988

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